En Bolivia, diversas asociaciones agrícolas,especialmente aquellas dedicadas a la producción de maíz y soya, están presionando para la adopción de biotecnología como una respuesta a los problemas económicos y climáticos que enfrenta el país. La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) se ha destacado en esta iniciativa, promoviendo el uso de semillas genéticamente modificadas como una solución crítica para asegurar el abastecimiento de alimentos y evitar una potencial crisis alimentaria.

Entre las propuestas más notables de ANAPO se encuentra la adopción de cultivos como la soya HB4, la soya Intacta (RR+Bt), el trigo HB4 y el maíz Bt. Según la asociación, el acceso a estas tecnologías no solo ayudaría a mitigar la crisis económica, sino que también posicionaría a Bolivia como un líder en la producción agrícola en la región. Por ejemplo, ANAPO argumenta que la adopción del maíz RR+Bt permitiría a Bolivia transformarse de un país importador de maíz a un exportador neto, con un potencial superávit de 13 millones de toneladas para 2030, lo que generaría ingresos superiores a los 1.239 millones de dólares.

Desafíos actuales en la producción agrícola

Bolivia enfrenta una serie de desafíos estructurales que dificultan la producción agrícola. La escasez de dólares ha incrementado considerablemente los costos de insumos y servicios, mientras que la falta de acceso al diésel ha complicado la logística en las principales zonas productoras. Además, el departamento de Santa Cruz, que concentra el 97% de la producción de soya y el 49% del maíz en el país, está atravesando la peor sequía en 30 años. Esta situación ha reducido la producción de soya de verano en un 30% y ha impactado gravemente los cultivos de invierno, como el maíz, el trigo, el girasol, el sorgo y la chía.

El presidente de ANAPO, Fernando Romero, ha enfatizado que la aprobación de la soya Intacta, ya evaluada y aprobada en países del Mercosur, podría generar ingresos por un valor cercano a los 3.500 millones de dólares en el mediano plazo, una cifra comparable con las mejores épocas de las exportaciones de gas natural en Bolivia. No obstante, la adopción de la biotecnología sigue siendo un tema controvertido en el país, con debates en torno a los posibles impactos ambientales y la dependencia tecnológica que podría generar.‍

Perspectivas a futuro

A pesar de los retos, la biotecnología representa una oportunidad única para que Bolivia diversifique su economía y fortalezca su sector agrícola. Si bien la implementación de cultivos genéticamente modificados sigue generando controversias, los beneficios potenciales en términos de productividad y sostenibilidad son significativos. Con un manejo adecuado y la creación de marcos regulatorios que aseguren un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección ambiental, Bolivia podría posicionarse como un actor clave en la producción agrícola en Sudamérica.

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